martes, 25 de diciembre de 2007

Cuentos


Cuán patéticos podemos llegar a ser a veces, ponernos a juzgar frente a situaciones ajenas.. frente a situaciones "exógenas" haciéndolas automáticamente nuestras.. sintiéndonos con el derecho de dominar sobre el otro, de jugar, de pretender cosas.. decir cosas.. luego esconder la mano.. retractarse.

Es triste ver como personas buscan cariño desesperadamente, como a veces tendemos a buscar todas esas trazas de cariño posibles.. independiente si es sincero o no, nos dejamos engatuzar por el suave sabor de dulces palabras, de una mirada tierna, de promesas.. promesas y mas promesas.. ja!, cuanta mierda puede haber en el corazón de algun@s creyendose dueñ@s del mundo, invencibles.. creyendo dominar una situación.. creyéndose tan inquebrantables que a pesar de causar daño aún creen que a ellos nunca les pasará nada..
Y así sigue la rueda de la vida.. dando vueltas y vueltas.. seguimos besando ranas buscando principes y princesas, seguimos creyendo en esas cosas lindas que oyen nuestros oidos.. es que somos especialistas en hacer sentir a una persona la más bella del planeta, pero somos tan inexpertos cuando se trata de cumplir.. de enfrentar una realidad que se escapa frente a nuestros ojos.. y después vienen los lamentos.. los porqués, ¿todo en la vida tendrá un porqué?? o ¿hay cosas que tan sólo son?.

La bella princesa sigue en su castillo.. protegido por mil dragones.. toda una fortaleza alrededor..
nadie sabe cuál es el premio cuando sea rescatada.. nadie se ha dado el tiempo de rescatarla.. supongo que no es lo suficientemente bella como para que alguien lo desee.. no es lo suficienteme princesa como para que alguien la desee.

Principes.. princesas.. yo diria que más ranas principescas que principes convertidos en rana..
MMM.. me dio sueño..
10, 9, 8....

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